El ser humano nunca vive aislado, pero conforme han ido transcurriendo los años, él se ha vuelto independiente y por consiguiente solitario.
No se da cuenta que afuera existen otros.
Ponernos en los zapatos de los demás, nos hace más humanos, así como de otros elementos diferentes del que formamos parte como: la naturaleza, los animales, el planeta en que nos movemos.
Pues todos somos uno y se requiere de la ayuda de todos para avanzar.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.