El universo es como un laberinto. Hay miles de caminos en ciertos planteamientos que hacemos diariamente.
Sólo que nuestra mente trata de engañarnos, respondiéndonos con una o dos soluciones posibles que siempre traen sufrimiento a nuestras vidas.
Si dejáramos de ser tan duros con nosotros mismos, seríamos creativos y podríamos ver las enormes posibilidades al dar solución a un problema.
Pensamos que como nadie más lo hace o hizo, no es posible. Por eso dicen: “Si el plan B no funciona, tranquilo, faltan las demás letras del abecedario”.
Entonces, siempre existirá salida al laberinto, sólo que no existe una sino varias que pueden confundirnos y hacernos creer que no existe tal.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.