Aunque nos sintamos inseguros o desprotegidos, necesitamos recordar que somos la inteligencia en mayor grado en el mundo.
Debemos recurrir allí cuando en nuestra vida haya oscuridad. Con sólo desearlo, un rayo de luz se abre para nosotros y cubre nuestro entorno.
Los miedos, las auto creencias inventadas, se ven frente a nuestros ojos como grandes montañas difíciles de alcanzar.
Cuando decidimos enfrentarlos, su tamaño se reduce a tal punto que podemos controlarlos y manejarlos con confianza.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.