Todos absolutamente todos vamos a morir de forma física, pero nuestra alma siempre permanecerá intacta.
Lo mejor será hacer las cosas bien para que nuestra alma pueda descansar en paz.
Celebrar nuestro cumpleaños es un símbolo de estar vivos, pero en realidad nuestra alma no tiene edad.
Así como la montaña se mantiene firme y es agradable a la vista, así también se mantiene nuestro espíritu, vivo y radiante.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.