Mientras más das, más recibes. Es una ley indiscutible de la naturaleza. Pero el problema es que no siempre estamos dispuestos a dar primero.
Esperamos antes recibir, para luego dar lo que nos corresponde. ¡Pero eso no tiene sentido! Porque si todos piensan así, nunca recibiremos nada. Una vez que entendemos eso, podemos descubrir la magia del dar.
No sólo se recibe en proporción a lo que se da, sino que se multiplica y, ni hablar de la satisfacción obtenida. Antes de pensar en RECIBIR, mejor pensar en DAR.
“Dar sin esperar nada a cambio”, tiene sentido.. Si quieres que te quieran, quiere primero. Si quieres que te hagan feliz, haz sonreír a otros. Si quieres que tus sueños se cumplan, haz realidad el sueño de otro, primero.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.