Si cada día es igual al anterior, no estamos haciendo mucho por crecer.
Cada día debe ser una búsqueda hacia lo que deseamos, hasta conseguirlo; y, una vez que lo tenemos establecer nuevos objetivos.
Porque cuando dejamos de hacerlo también dejamos de vivir.
Y el universo puede ser nuestro aliado o enemigo, en la persecución de nuestros sueños.
Más vale que sea nuestro amigo y entender cómo funciona.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.